Égloga
número XIIX,
Corrientes aguas puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas,
torciendo el paso por su verde seno:
yo me vi tan ajeno
del grave mal que siento,
que de puro contento
con vuestra soledad me recreaba,
donde con dulce sueño reposaba,
o con el pensamiento discurría
por donde no hallaba
sino memorias llenas de alegría.
Este poema me recuerda a todas aquellas jornadas que pasas en el campo, descubriendo cosas nuevas, una infinidad de increíbles paisajes. Concretamente, me recuerda a mis actuales días como Scout, ya que como estamos muy relacionados con la naturaleza, cuando hacemos alguna salida siempre voy cámara en mano para inmortalizar todo bello paisaje, para posteriormente, archivarlo en mi carpeta de “buenos recuerdos”.
En el poema, se encuentra como tópico característico el del Locus Amoenus , ya que evoca a aquellos momentos en aquel lugar con su buena amada, ya que es un tópico que alterna el deseo del lugar idealizado en compañía, mayoritariamente, de su amor.
Respecto al ámbito de los recursos estilísticos, en este poema, destaco una prosopopeya que me ha llamado la atención en el verso número dos, la cual dice lo siguiente: “árboles que os estáis mirando en ellas” hace referencia a que las ramas de los árboles se observan detenidamente en el puro reflejo del agua. Personalmente, me ha parecido muy bonita, por eso la he seleccionado.
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Font Roja |
Imagen: Sergio Limiñana